Del mismo modo que existe el ciclo del agua o el ciclo vital, nuestro cabello también atraviesa una serie de fases durante toda nuestra vida que marca sus momentos de crecimiento y caída.
Las fases del ciclo capilar vienen determinadas por varios factores externos e internos que afectan a nuestro cabello y pueden producir modificaciones en este ciclo capilar como pueden ser los hábitos alimenticios, el estrés o fases hormonales, tratamientos médicos, embarazo o cambios en el organismo.
Todos los pelos que tenemos en el cuerpo tienen una evolución y un ciclo de vida y a lo largo de su vida pueden experimentar unos 20 ciclos diferentes, por lo que es normal perder entre 80 y 100 pelos al día. El número de pelos que hay en la cabeza varía según el color del cabello y va disminuyendo con el paso de los años.
Las fases del ciclo capilar se componen de tres etapas:
Tiene una duración entre dos y siete años. Durante esta etapa el pelo está en continuo crecimiento gracias a su permanente actividad. Es durante este ciclo cuando se determina la longitud del cabello en función del tiempo que dure la etapa.
Tiene una duración cercana entre las tres y las seis semanas, momento en el que el cabello acaba separándose de la papila. Es aquí cuando se detiene el crecimiento.
La duración de esta etapa ronda los dos o tres meses y es aquí, con el descanso del folículo, cuando el pelo empieza a caerse. Al finalizar, el ciclo vuelve a empezar por la fase anágena. Si en el momento en el que acaba la fase telógena se ven afectados diferentes folículos pueden darse los primeros síntomas de la alopecia.
El ciclo capilar termina cuando deja de crecer el pelo en el folículo, por lo que si esto afecta a varios folículos situados en la misma zona, pueden aparecer los primeros síntomas de alopecia.
